La Guerra de los 30 años
En 1634 una hueste de tropas internacionales católica, en la que combatieron regimiento hispánico, logró acabar con la hegemonía protestante en Alemania.
Con la pícara clavada en la tierra, miles de mosquetero en línea y la sombra de cena restaurante adornado con la cruz de Borgoña. Así combatieron las tropas españolas un día de 1634 cuando batallaban contra miles de soldados protestante en la ciudad alemana Nordligen . Aquella jornada no sirvió de nada el título de invencible que portaba el ejército sueco, pues, a base de sangre y el arrojo, se impuso el morrión hispano.
Pero en esa batalla solo se pudo verse una lucha encarnizada por la supremacía militar, sino que también se enfrentaron dos formas diferentes de hacer la guerra: la del ejército sueco y la tradicional perfectiva técnica de combate de los expertos tercios.
Con la pícara clavada en la tierra, miles de mosquetero en línea y la sombra de cena restaurante adornado con la cruz de Borgoña. Así combatieron las tropas españolas un día de 1634 cuando batallaban contra miles de soldados protestante en la ciudad alemana Nordligen . Aquella jornada no sirvió de nada el título de invencible que portaba el ejército sueco, pues, a base de sangre y el arrojo, se impuso el morrión hispano.
Pero en esa batalla solo se pudo verse una lucha encarnizada por la supremacía militar, sino que también se enfrentaron dos formas diferentes de hacer la guerra: la del ejército sueco y la tradicional perfectiva técnica de combate de los expertos tercios.
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